POR ARMANDO VÁSQUEZ A.
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EN SU JUSTIFICACIÓN de renuncia a veinte años de militancia en las filas del PAN, el diputado Ernesto Roger “Kiko” Munro, señaló como motivo “el alejamiento de Acción Nacional de las causas que realmente importan y necesitan los ciudadanos y la consecuente falta de visión para entenderlos y atenderlos.”
La pregunta clave es ¿qué hay detrás de su renuncia que viene a quebrar de alguna manera la propuesta de unidad que portaba como estandarte Gildardo Real en su campaña y posterior triunfo en diciembre del 2021 de la dirigencia estatal del albiazul?
Entre las vertientes más conocidas es el desprecio y agüite que sufrió Munro a principios de este año cuando en una gira del dirigente nacional, Marko Cortés, se llegó al acuerdo de permanencia en la coordinación de los diputados panistas. Kiko lo fue desde septiembre que tomaron posesión hasta cuatro o cinco meses después.
El problema fue que luego de la palabra dada por Marko y reforzada por el mismo Gildardo, a los quince días, sin siquiera avisarle, le dieron golpe de Estado y colocaron a Alejandra López Noriega, allá a mediados de enero de este año.
Esto causó un escozor en el diputado de allí el coqueteo a los meses con el MC, vía reunión en CDMX con Dante Delgado en la cual no se concretaron acciones futuras, (lo mismo le pasó a Humberto Souza), aunque otras voces hablan de que la petición de Munro por un cargo público federal no prosperó.
Pero esta petición si prosperó en el PES cuya inclusión se dará a conocer hoy viernes a las cinco de la tarde en el hotel Lucerna donde la dirigencia llevará la batuta.
Lo interesante es que Kiko se hará acompañar de su padre, Ernesto –ex dirigente estatal del PAN–, quien, todo indica, lo seguirá también al PES, así como una decena de regidores de diferentes municipios, ex funcionarios panistas, (César Armendariz, ex coordinador regional del sector noroeste, entre otros) y un largo etcétera que se calcula en un corto plazo en unos 300 (y contando), de los 700 integrantes que tiene Acción Nacional en Puerto Peñasco.
Munro Jr. no piensa despotricar contra la dirigencia del PAN pero les abre un boquete que de seguro será analizado y tomarán las estrategias debidas conforme a los hechos, este lunes de enfrente (se reúnen todos los lunes), Gildardo Real junto a su cerrado círculo de asesores en lo que llaman War Room: Roberto y su hermano Luis Felipe Romero, Javier Neblina y Julio Gutiérrez quienes escaso un año eran más morenistas que Alfonso Durazo.
Quienes le interesan a esto de los vericuetos internos del PAN aseguran que la pasividad e indeferencia que se vive al interior tiene su origen en que la dirigencia piensa nada más en volver a vivir del presupuesto vía diputación local pluri pues no les alcanza para la única federal que se otorga a Sonora y que se entregó en el 2021 a Luis Serrato quien a su vez se la trasladó a su suplente Fernando Morales, el famoso “Molacho” del meritito Palo Verde.
Y tan no les importa el partido que no han conformado estrategias de adhesión, ni promociones para superar los ocho mil integrantes en Sonora, casi la mitad en Hermosillo, mucho menos establecerse en aquellos municipios donde no existen contabilizados en una veintena de los considerados pequeños.
Asimismo, tampoco están apurados por la labor que realiza el MC en su interior pues conocido es que realizan una labor de promoción personajes como Gustavo de Unanue Jr., Miguel Sesma y Eduardo Romero quienes jalan agua y militantes a su molino.
De hecho, si les importara el partido, ya les hubieran aplicado el artículo trece de sus estatutos y concretamente en su fracción octava donde habla de la expulsión por colaborar o afiliarse a otro partido político.
Incluso existe un hartazgo contra la dirigencia estatal que los cien integrantes del Consejo Estatal prefieren mantenerse al margen, indiferentes ante el descalabro y el abandono que se tiene del partido. No protestan, no critican y se muestran hasta cierto punto temerosos de expresar una crítica abierta vía redes sociales pues se cuenta con un equipo interno para acallar o desviar la atención de cualquier voz en contra. Al estilo Amlo y sus “chairos” pero a una mínima escala.
Demuestran una vez más en el PAN Sonora que no les importa sus integrantes y tampoco las luchas por lograr que la pertenencia y continuidad de los elementos que lo integran pues no es tan fácil lograr que los liderazgos se adhieran, permanezcan y se afiancen en el proyecto partidista.
Por eso, los que se sigan saliendo del PAN, que apaguen la luz.
EN FIN, por hoy es todo, el lunes le seguimos si Dios quiere.
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Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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