Ciudad de México.—
El obispo auxiliar de México, Carlos Enrique Samaniego López, convivió con los niños del Asilo Primavera en la Colonia Hipódromo de la Ciudad de México, a cargo de las Madres de los Desamparados y San José de la Montaña.
Durante la visita pastoral que se realiza en la Arquidiócesis de México, a cargo del cardenal Carlos Aguiar Retes, el Obispo Auxiliar, aficionado al futbol, aprovechó para jugar una “cascarita” con los niños y prometió regalarles balones si podían meterle un gol en una tanda de penales.
“Si alguien me anota un gol, todos los balones son suyos”, dijo.
De acuerdo a Desde la Fe, tras varios intentos fallidos, un pequeño de primero de primaria fintó al obispo para anotarle gol y de inmediato sus amigos corrieron a abrazarlo.
Además de los balones, el obispo Samaniego compartió valiosos consejos de superación personal y grupal para ser los mejores jugadores de fútbol, pero también ser los mejores en la vida.
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